lunes, 19 de noviembre de 2007

Los tratados internacionales de derechos humanos en la Constitución

Los tratados internacionales son acuer­dos firmados por dos o más Estados sobera­nos. Muchas veces surgen por iniciativa de los propios Estados; otras tantas, esto sucede en el marco de organismos internacionales como, por ejemplo, las Naciones Unidas. De­bido a que involucran a varios países, consti­tuyen leyes internacionales.
Como sabemos, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ocasionó la muerte de millones de personas, muchas de ellas en campos de exterminio en los que fueron so­metidas a torturas físicas y psíquicas. Nunca antes la humanidad había atravesado por una tragedia semejante. El horror de la guerra y sus dramáticas consecuencias incrementaron la acción de muchos Estados y organismos in­ternacionales para asegurar, en el futuro, el respeto de los derechos humanos en una mayor cantidad de países. En nuestros días, es cada vez más ampliamente aceptada la idea de que un gobierno que viola los derechos huma­nos, no sólo atenta contra su pueblo sino que lo hace contra toda la humanidad.
Simultáneamente, poco tiempo des­pués de finalizada la guerra, se fueron gestan­do, primero en Europa y luego en otras partes del mundo, procesos de integración entre di­ferentes países que se proponían lograr un mayor desarrollo económico, el aumento del nivel de vida de sus ciudadanos y relaciones más estrechas entre los Estados. La Unión Europea, que comprende a gran parte de los países de Europa, y el Mercado Común del Sur -Mercosur-, que reúne a Argentina, Bra­sil, Paraguay y Uruguay y que nació en 1991 con el Tratado de Asunción, sirven para ejem­plificar este fenómeno contemporáneo de in­tegración.
Estos dos procesos (aquel que llevó a muchos Estados a coincidir alrededor de la necesidad de reconocer y defender los dere­chos fundamentales en el mundo entero y es­te último, tendiente a que los diferentes Esta­dos se unan en forma democrática y consen­suada) estimulan el hecho de que los países respeten criterios comunes en sus legislacio­nes, incluso en aquellos aspectos que se rela­cionan con los derechos humanos. Los trata­dos internacionales de derechos humanos contribuyen en este sentido. Al comprometer a los diferentes países que los suscriben, los dotan de un mayor respeto y confiabilidad frente a la comunidad internacional.
El acuerdo cada vez más amplio con respecto a la necesidad irrenunciable de res­petar los derechos humanos se suma a las dramáticas experiencias vividas por los ar­gentinos. En efecto, la violación sistemática de los derechos humanos que ha ocurrido en nuestro país, en especial durante la última dictadura militar (1976-1983), y sus conse­cuencias terribles en lo que se refiere al sufri­miento, torturas, desaparición y muerte de millares de personas, dejaron profundas hue­llas en muchos argentinos.
Todos estos argumentos fueron tenidos en cuenta por los convencionales que refor­maron la Constitución en 1994 para dar a ciertos tratados internacionales de derechos humanos sus criptas por nuestro país, jerar­quía constitucional. Esto significa que son superiores a las demás leyes, ninguna otra norma puede oponerse a ellos y no pueden ser derogados mediante las leyes comunes. La Constitución establece que sólo pueden ser denunciados por el Poder Ejecutivo, pre­via aprobación de los dos tercios de los votos de cada Cámara. La enumeración de los tratados con je­rarquía constitucional se halla en la Segunda Parte de la Constitución (art. 75, inc. 22). Ellos son:

  • Declaración Universal de Derechos Humanos.
  • Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
  • Convención Americana sobre Derechos Hu­manos, también conocida como Pacto de San José de Costa Rica, por el lugar en el que fue suscripta.
  • Pacto Internacional de Derechos Económi­cos, Sociales y Culturales.
  • Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo.
  • Convención sobre la Prevención y la San­ción del delito de Genocidio.
  • Convención Internacional sobre la Elimina­ción de todas las Formas de Discrimina­ción Racial. Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
  • Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
  • Convención sobre los Derechos del Niño.

La Constitución establece los mecanis­mos necesarios para incorporar otros tratados internacionales con jerarquía constitucional.

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